escritos · historias

Amigas

Y así fue como aquella noche, ella quiso conocer, ella quiso dejarse llevar, la amiga desde hace rato le tenía muchas ganas, pero supo respetar. Esa noche probaron unas pepas que las pusieron  cachondas, ella tenía miedo y ganas, en la sala de su apartamento aquel mueble fue testigo de ese primer beso de experimentación, ella quedó aún más caliente, su amiga igual de caliente, pero tenían miedo aún.  Continuaron bailando y charlando acerca de sus experiencias amorosas.

¡al diablo el amor!, el sexo no necesita de amor y no daña amistades, ni nada, dice su amiga, ella se pregunta ¿es una insinuación? ¿Será que yo le gusto?, sus anteriores «amores» la habían hecho sentir insegura consigo misma, con su cuerpo, con su sensualidad.

Ella preguntó ¿te parezco atractiva?, su amiga respondió buscando una canción súper sexy y regalándole un baile que encendió hasta el mismo satanás, mientras sus labios rozaban su piel, su respiración aumentaba y se sentía húmeda, se sentía deseada. Rayos ¿qué me pasa? se preguntó, «no respondiste mi pregunta» le comenta a la amiga. ¿Te parece que con ese baile que te acabo de hacer no me pareces atractiva?, quiero sentir tus labios en todo mi cuerpo, quiero verte completamente desnuda, quiero admirar tu cuerpo antes de siquiera tocarlo. Ella quedó aún más caliente, pero con miedo respondió, te dejaré solo verme, me da pena contigo. Cualquier cosa culpa a las pepas entre risas dijo.

Se quitó la blusa y el pantalón, su amiga en falda se sacó el panty y se miraron mutuamente, demasiada sensualidad había en esa habitación,  ella comienza a besarla lentamente, siente su corazón a mil por segundo, aparta su brasier y lame suavemente sus perfectos senos, siente el néctar del placer, con la punta de los dedos acaricia lentamente su espalda mientras con su lengua lame sus pezones.

Ella ya en el clímax se abalanza sobre su amiga, abre sus piernas e intenta lamer su sexo, calma, no tan rápido, disfruta de este momento, déjate llevar, así que lentamente besa su entrepierna y con sus manos alcanza su sexo, gemidos y placer llenan la habitación, ella nunca había hecho el amor, esa vez lo hizo y de que manera, orgasmo tras orgasmo sentía la conexión que existía entre ellas, no quiere culpar a las pepas, es conexión real, por primera vez se sentía deseada, se sentía amada, se sentía sexy, sensual, pervertida, un cúmulo de emociones que le encantaban y que sólo ella había podido descubrir.

Sus cuerpos desnudos mezclados con sudor, pasión y sexo están abrazados, entrelazados formando uno, mientras acaricia el cabello de ella piensa, quiero más de esto, quiero que este momento nunca acabe.

Esta historia fue publicada originalmente en https://kenmu.shop exactamente en el tumblr, si quieres leer más síguelo en sus redes sociales.

Deja un comentario